domingo, noviembre 22

Avanzar por tensión o avanzar por relajación.








El camino de la vida se puede hacer de dos maneras, avanzando por tensión o avanzando por relajación.




La mayoría de las personas cuando se acercan a una escuela de Yoga, en sus prácticas utilizan el forzar para avanzar por tensión. En las asanas se busca el doblarse más, la forma perfecta, llevando cierta rigidez y exigencia en las ideas, sin querer aceptar las limitaciones físicas. Para esto se utiliza la fuerza física, la tensión en los músculos para avanzar deprisa y así llegar más lejos, doblarse mas o igual que el de al lado. En este tipo de práctica se lucha con el cuerpo intentando vencerle, doblegarlo, en esta guerra siempre se pierde. Esta forma de avanzar no tiene un gran recorrido, ya que por una parte se intenta estirar el músculo a la fuerza y por otro lado el músculo, al endurecerse para protegerse, hace un trabajo en la dirección opuesta.




En la vida la mayor parte de las personas también funciona así, avanzando con el empuje de la tensión. Al funcionar desde los cuerpos inferiores para actuar se utiliza, el empuje y en muchos casos el arrastre, de las emociones, funcionando desde el deseo que nace de la euforia, la necesidad, el miedo… apoyándose estos en la mente con fantasías, pensamientos rígidos o patrones establecidos. En este nivel, todas estas tensiones son las que empujan, con prisa, obligando a hacer lo que dicen, para así al darles lo que exigen, poder encontrar cierta tranquilidad al cubrir ese deseo.




Un posible ejemplo: Una persona tiene un proyecto, tiene algunos datos y de otros carece al no haber vivido la experiencia, con la imaginación utiliza los datos que conoce y con la fantasía da forma a los datos que desconoce. Al no saber diferenciar unas conclusiones de otras, la imagen de la fantasía, todo bonito, fácil y perfecto, la da por cierta, creyendo en ella y sacando de esta fantasía, la energía necesaria para actuar a través de la euforia.
Cuando llegue la situación real que se había fantaseado, habrá un choque de realidades entre lo que realmente es y lo que se quiere que sea, la fantasía esperada, llevando a la frustración y tristeza.




El avance con tensión en la vida, no tiene una gran distancia de recorrido, ya que las fuerzas que lo componen (sensaciones físicas, deseos emocionales, ideas mentales) crean diferentes tensiones en direcciones contrarias, creando un desorden interno, un contrasentido. De esta manera se suele vivir en el juego de las emociones, para arriba y para abajo, ahora a tope y luego sin energía. Cuando se funciona desde el ego, la gasolina para movernos siempre sale desde la tensión de las emociones, desde el deseo, esta tensión es la causa del sufrimiento.





Cuando uno lleva ya cierto tiempo practicando yoga, empieza a calar esa frase que tanto se dice en las clases: “Sin pasarse y sin quedarse corto”. Se empiezan a definir las tensiones emocionales y mentales que te piden más, consiguiendo no hacerles caso, transcendiendo tus emociones y pensamientos, y así encontrar ese punto de equilibrio en las asanas. Aquí uno puede respirar, disfrutar, sentir gustosamente lo que hace, y de esta manera se consigue avanzar por relajación, estirándose los músculos. Se avanza por comprensión, haciendo lo justo para nuestro cuerpo y necesario para la salud según las características propias y adaptándose su ritmo. Al avanzar por relajación, por comprensión se hace un trabajo con amor, además tiene una distancia de mayor recorrido y seguridad en el tiempo, colaborando con el cuerpo físico, puesto que músculos y voluntad van unidos en la misma dirección, de esta manera ganan todos nuestros cuerpos.




En las situaciones de la vida, cuando se empieza a producir un acercamiento interior, un acercamiento al Yoga, el deseo sigue estando ahí con la suficiente fuerza para empujar, pero hay algo que va despertando en profundidad, observando lo que pasa, para que esta fuerza te lleve, pero no te arrastre y no te dirija sin ningún tipo de control. En este estado de profundidad, de paz, esta la capacidad de observar todas las interferencias que se pueden crear desde las emociones y los pensamientos, quitándoles la energía para que no dispersen y creen conflicto, desviándote de la meta. Así, en este cambio gradual se va adquiriendo la capacidad de utilizar la fuerza del deseo de una forma correcta, hacia lo que es justo y necesario, en el que la energía suele ser constante, sin fuertes subidas ni grandes bajadas, dirigiéndote poco a poco, con paciencia y confianza, hacia tu meta. Esto sucede porque las fuerzas que empujan, van todas en la misma dirección, pues hay una fuerza superior que dirige a las inferiores, consiguiendo una voluntad firme y estable. Hay simbiosis, hay sinergia, hay unión, por lo que las fuerzas no se restan, tampoco creo que se sumen exactamente, las fuerzas se multiplican.




Haciendo un trabajo día a ida, constante, firme y correcto, se va transcendiendo la personalidad, siendo cada vez mas fuerte la conexión con los planos superiores, donde no existe el sufrimiento, donde existe la felicidad, donde se vive en el Yoga.


Marut.












-Yoga y meditación en Valencia-

Buscando la felicidad





Si tenemos algo en común todas las personas, es que buscamos la felicidad. Unos la quieren encontrar a través del dinero, otros del éxito, del poder o con bienes materiales… todo esto finalmente lleva a una sensación de vació. Al alcanzar los objetivos, uno tras otro, no nos dan la felicidad aumentando la insatisfacción, llevando a la persona a vivir mal, en un estado aceptado y mal soportado de tristeza.

Es algo así como el efecto óptico que se genera en las carreteras con el sol. A lo lejos se ve una especie de espejismo, una imagen borrosa, y cuando llegas al sitio donde debía estar, no está, pero sigue habiendo otro espejismo a lo lejos, luego otro y otro… Se piensa que al conseguir lo que se desea, se estará bien, pero esta ilusión dura poco tiempo, pues siempre hay más espejismos y más cosas que desear.

Para cambiar todo esto es importante saber como funcionamos. De pequeños, en el colegio nos dieron mucha información sobre historia, matemáticas, geografía… pero nadie nos enseño como funcionan y que necesidades tienen nuestro cuerpo físico, nuestras emociones y nuestra mente. Paradójicamente tenemos la maquina mas perfecta que existe, pero nadie nos ha enseñado a utilizarlo para conseguir lo que uno quiere a la vez que es feliz.

El conocimiento de como funcionamos, es el que nos da el poder, para cambiar, para crear. La ciencia del Yoga es un buen método, donde a través de diferentes ejercicios y técnicas, podemos conocernos y encontrar serenidad. Poco a poco, se va generando un cambio dentro de nosotros, que se refleja en un cambio externo, en una mejor relación con uno mismo y en la forma de vivir.
Practicar Yoga únicamente dentro de las clases no te hace cambiar, al irte y cerrar la puerta, te encuentras ante un mundo lleno de estímulos que despiertan dentro de nosotros respuestas inconscientes y automáticas. El autentico cambio se produce en las situaciones que la vida te pone, en tu trabajo, tu familia, tus amigo, tus conflictos.... Ahí es donde uno ha de poner en práctica lo aprendido (respiraciones, observación de los pensamientos, control de las emociones…) para crecer y vivir con mas felicidad.

Se piensa que el Yoga es solo para algunos pocos con cuerpos muy preparados, no es así, es para todo el mundo, de todas las edades y condiciones físicas. La escuela de Yoga “Dhasa” en la parte física le da mucha importancia a no competir, buscando cada uno el equilibrio en su ritmo personal, “sin pasarse y sin quedarse corto”. También adapta la enseñanza a las necesidades de los tiempos que nos ha tocado vivir, siendo útil, para que se pueda aprender en las clases y utilizar en la vida.

Estáis invitados a probar una clase gratuita en la escuela “Dhasa”, situada en el centro de Valencia.

Marut.




Para saber más en http://www.yogui-urbano.com/ o al tfno: 649103520.

“Si respiras bien vives bien”






Al respirar con suavidad, de forma abdominal, de forma rítmica y alargada, estamos tranquilos y pensamos con claridad ad. Si la respiración es torácica, entrecortada y rápida, nos encontramos tensos y nuestros pensamientos son complicados y emocionales.

Es importante darle valor a como respiramos, pues una mala respiración suele ser la causa de muchas enfermedades.

La respiración es la única herramienta que puede cambiar la emoción, de un estado triste, asustado, tenso a un estado en calma y bienestar.
Te voy a proponer una técnica de respiración. Es importante que tengas una actitud de agradecimiento, el aire que entra te da la vida, te llena de fuerza, de energía al cogerlo y al soltarlo te da paz y serenidad:

-Coge el aire en 4 seg. Retienes en 4 se. Y sueltas en 8 seg. Repite este ejercicio unas 15 veces o cinco min.
Marut.

- yoga y meditación en Valencia -

“Que la piedra que te hace caer, sea la que te levante”






Intenta poner atención, generalmente cuando algo te causa malestar, lo único que deseas es que desaparezca esa situación, persona, objeto… Lo que pasa es que aunque se vaya, luego aparecerá otra situación similar con el mismo malestar.

Esto ocurre porque no puedes escapar, podrás irte a otro país, cambiar de pareja o trabajo, pero siempre habrá un denominador común en todas las situaciones y escenarios: “Tu mismo”.
Cuando descubres esto ves que para que algo deje de afectarnos, tenemos que ponernos delante y enfrentarnos a él, solucionándolo internamente, así externamente desaparece.

Cuando algo duela no huyas de forma automática, utiliza ese malestar que te produce para acordarte que hay que observarlo, ver conscientemente la respuesta que te despierta. Así, observándolo con serenidad, con distancia, va desapareciendo.
Marut.

- yoga y meditación en Valencia -

“Pase lo que pase, NO PASA NADA”







Repite a menudo esta frase, así reducirás el miedo a lo que pueda pasar, en definitiva quitarte el miedo a vivir. Sin ser conscientes, el miedo nos empuja a tomar decisiones en las que perdemos el discernimiento, la capacidad de ver todas las posibilidades de forma objetiva e imparcial. La sensación de: “cómo pase esto me muero” nos acompaña con angustia y sufrimiento, quitándonos visión y la capacidad de acción necesaria para hacer de la mejor manera las cosas.
Marut.

Mas información en http://www.yogui-urbano.com/

jueves, septiembre 3

El secreto esta en parar.




Esta tarde mientras conducía el coche por la carretera de vuelta a casa después de un día laboral un tanto complicado, viendo lo especial de la luz, me he dado cuenta que estaba a punto de esconderse el sol, me llego un pensamiento que me decía que parara y me diera unos minutos para disfrutar de este paisaje y así lo hice.
Saque el coche de la carretera y lo deje en al borde del camino, busque un buen sitio bajo un árbol y allí me senté para observar la puesta de sol y el paisaje que lo rodeaba, fue estupendo, el conjunto de luces y sombras, la serenidad que contagiaba. Lo mejor de todo es que invertí solo 15 minutos en este momento, un tiempo importante y necesario para estar conmigo, para estar en paz.


Vivimos de una manera acostumbrados a levantarnos todas las mañanas con una agenda completa de cosas que tenemos que hacer y así vamos todo el día intentando realizarlas todas. Cuando estamos haciendo una estamos pendientes de terminar esta, corriendo para pasar a la siguiente, dándole más pensamientos a lo siguiente que a la que estamos haciendo en ese momento. Parece ser que no estaremos tranquilos hasta que las hagamos todas, y así pasamos todo el día corriendo con una sensación de intranquilidad, queriendo llegar al momento siguiente y lo peor de todo sin disfrutar ninguna de las cosas que hacemos. Al llegar la noche después de cenar, nos sentamos para descansar pero nuestra mente y cuerpo siguen tensos, por lo que no podemos dejar de pensar todo lo que debemos hacer al día siguiente.


No seria mas fácil vivir, haciendo las cosas con cariño, dándoles atención, paso a paso, cuando terminamos una a la siguiente. Encontrando espacios para parar 1, 2, 5 minutos para respirar, ver el cielo, los pájaros, las nubes, el sol... Pasamos por el día con tanta rapidez, con tanto tráfico de pensamientos que no nos damos tiempo para nosotros mismos, para relajarnos, llenarnos de energía interior y seguir, pero con fuerzas renovadas. Lo malo de todo esto es que de seguir posponiéndolo no seremos capaces de parar hasta llegar al hoyo, hasta morir. A lo largo del día hay un montón de cosas que se ponen delante de nosotros para llenarnos, para disfrutarlas y sentirlas, pero parece que vayamos con orejeras, viendo solamente lo que nuestros pensamientos nos dicen que hay que hacer.


Un cuento nos habla de la historia de un maestro Zen que por mas que lo intentaba no llegaba a conseguía la realización. Cierto día paseando por el mercado escuchó una conversación entre un carnicero y su cliente. El hombre le pedía al carnicero que le vendiera un trozo de carne, por lo que este le respondió que como lo quería, rápidamente el cliente le contesto que quería el mejor de todos. El carnicero con una seguridad total y lentamente le contesto: “Todos mis trozos de carne son el mejor, pues todos son los mejores” Al oír esto el maestro despertó.
Siempre intentamos vivir los momentos que nuestra mente cataloga de positivos y escapar de los negativos. No es así, debemos partir de la base de que el momento en que vivimos tal y como su nombre indica es un regalo, el presente es un “presente”. Aquí es cuando comenzamos a adquirir conciencia de que lo único verdadero es el momento en el que se esta, se empieza a valorar y agradecer, con toda su fuerza, aceptándolo, sintiéndolo, “este es el mejor momento, porque todos mis momentos son el mejor”.


Son muchas las veces que las prisas y otros motivos me hacen querer estar en otro sitio. En el coche a menudo me doy cuenta que quiero estar en el sitio al que me dirijo y no en el que estoy, otras veces estoy con una persona hablando pero quiero terminar de hablar para ir al siguiente lugar donde voy... y así muchas mas situaciones. Lo que hago es no darle valor al momento, no aceptarlo tal y como me lo da la vida, siempre queriendo que sea como mi mente quiere, y eso es imposible. Cuando me doy cuenta de estas situaciones reacciono, y mentalmente me digo:
“Este es el mejor de todos mis momentos”
A partir de esta afirmación comienzo a aceptar y valorar, pongo atención y percibo los matices que ese momento me esta regalando, la música en el coche, el contacto con el volante, el paisaje, sensaciones corporales, respiración, la conversación de una persona.... y empiezo a vivir el presente. Que me vuelvo a ir, cuando me doy cuenta vuelvo y así poco a poco voy cogiendo el habito de estar donde estoy sin querer estar de esa forma obsesiva siempre en el momento siguiente y en otro lugar.


Cuentan la historia que cuando Alejandro Magno iba conquistando Asia, se encontró con Diógenes tumbado desnudo tomando el sol, su expresión era serena y emanaba dicha. Alejandro magno quedo impactado. Poniéndose delante de él le pregunto que quería que hiciera por él: “Puesto que yo soy el hombre mas poderoso del mundo te daré lo que pidas”
Diógenes sin embargo ni se perturbo lo mas mínimo y de forma tranquila le pidió que lo único que quería de él, era que se apartara pues le tapaba el sol. Alejandro al oír esto aun se quedo más consternado, y le respondió que él cuando acabara, también se sentaría a descansar. La respuesta de Diógenes fue que nada le impedía hacerlo ahora mismo, sentarse junto a el y parar. Pero Alejandro contesto que todavía tenia muchos países que conquistar, cuando conquistara el último entonces volvería a su casa y entonces descansaría, viviría de forma serena y disfrutaría de los placeres de la vida. Pero esto nunca ocurrió después de haber conquistado Asia, cuando volvía a su casa, Alejandro Magno enfermo y murió.


Intentemos VIVIR todos los días haciendo lo que tengamos que hacer dentro de nuestras responsabilidades, pero dejemos un espacio para descubrir todas las cosas que nos muestra la vida, el sol, la naturaleza, el viento, los animales, la sonrisa de las personas, de los niños.... y tantas cosas que son gratis y están al alcance de todos, son tan importantes como comer o respirar, así nos vamos llenando de sensaciones positivas, de serenidad, de VIDA.

miércoles, agosto 19

Limpieza de intestinos. Sank Prakshalan

Limpieza de intestinos




















Shank Prakshalan consiste en limpiar todo el tubo digestivo desde el estómago hasta el ano mediante la ingestión de agua templada con sal (6 gramos de sal por litro, como una cucharita de café) y unos sencillos ejercicios.
El principal motivo de una acumulación de residuos en el intestino que con el tiempo se descompone, es una alimentación insana (alimentos en mal estado) y/o una dieta incorrecta, que unido a una disminución del peristaltismo (estreñimiento), fruto del sedentarismo y estrés, impide una normal evacuación de lo que comemos.
Esta comida pegada a las paredes de nuestros intestinos suele ser la causa de diversos malestares y dolencias, desde dolores de cabeza hasta enfermedades más graves.
El método ideal, por ser el más natural para la limpieza de estos órganos, es el Shank Prakshalan. Con este sistema se limpia todo el tubo digestivo de sedimentos y costras a excepción del apéndice. Aparte de evitar o curar las dolencias anteriormente mencionadas, Shank Prakshalan mejora la digestión, corrige el estreñimiento, actúa como estimulante de la actividad del páncreas, regula las funciones metabólicas, y purifica el riego sanguíneo y linfático.
Quizás, lo más sorprendente de la práctica es el hecho de que uno es capaz de decidir cuándo empieza y acaba el proceso a voluntad; cuando las funciones del sistema digestivo son involuntarias. Como en toda práctica de yoga, durante la limpieza uno siente la sensación de control sobre el cuerpo físico. Mediante la atenta observación puede sentirse el recorrido que sigue el agua dentro del cuerpo mientras se le ayuda a bajar gracias a los ejercicios.
Una vez terminada la limpieza, es importante la comida posterior. Debe consistir en un arroz muy espeso acompañado de abundante mantequilla y una manzana asada (procurando no beber agua). Con esta comida, además de parar el proceso, se recupera la flora intestinal.
Es necesario que seamos conscientes de que sólo tenemos este cuerpo físico y que debemos procurar cuidarlo para que nos dure el mayor tiempo posible y en las mejores condiciones. Si nuestro cuerpo físico está deteriorado, nuestra capacidad de acción disminuye. Es responsabilidad de cada uno cuidar de él y utilizar los medios y las herramientas de las
que dispone para eso.

Las fotos del principio son los ejercicios que hay que hacer, se toma un vaso de agua con sal y luego se repiten cinco veces cada uno de estos movimientos hacia cada lado, asi sucesivamente. Cuando uno comienza a ir al baño, hay que seguir bebiendo y haciendo los ejercicios. Ir tantas veces como haga falta al baño, hasta que el agua que sale del ano sea bastante clara y sin escamas prácticamente.
Aconsejo, la primera vez por lo menos, hacerlo acompañado por alguien que conozca la tecnica.
Karma.
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sábado, julio 11

La Búsqueda











Había un muchacho fuerte y sano llamado Nicolás, tenia un gran deseo, ser muy, muy fuerte.
Se entero que en una casa en el campo, a varios días de distancia, vivía un sabio que podría ayudarle a hacer realidad su deseo, así que se dirigió en su busca. No fue difícil encontrar su casa, después de varios días de camino había llegado. El sabio estaba cerca de la casa, sentado bajo un árbol con la mirada a lo lejos, observando el movimiento que producía el viento sobre la vegetación. Nicolás se sentó delante del sabio y le dijo:
- Sabio, desde pequeño mi deseo es ser muy fuerte y me gustaría que me ayudaras. He oído que tu conoces el secreto del árbol de la fuerza.
-Así es, pero tienes que estar muy seguro de querer conseguirlo, pues el camino será duro -contesto el sabio.
- Estoy seguro, es lo que quiero -dijo con firmeza Nicolás.
- Entonces, escúchame con atención. ¿Ves las montañas que hay a lo lejos?
El joven miro fijamente las montañas en el horizonte y asintió.
- Detrás de ellas -continuó el sabio-, se encuentra el pico del Águila. Es la montaña mas alta de la región, no se puede confundir, la diferencia de altura es enorme. Allí en lo alto se encuentra un árbol muy especial, con unos frutos que quien los come se hace muy, muy fuerte.
-Eso es lo que yo busco, iré a por ellos y los comeré - dijo con impaciencia Nicolás.
- No tan rápido, joven impaciente -contesto el sabio. Para llegar hasta ellos no puede ser de cualquier manera, has de demostrar que eres merecedor de ellos.
Para llegar hasta el árbol, tendrás que cargar ese saco con 30 kilos de arroz, como ofrenda a los Dioses.
También tendrás que escalar con los brazos todos los árboles que encuentres en el camino, a lo más alto de ellos, subiendo así hasta sus copas. Así podrás rezar una oración acercándote al cielo desde cada árbol.
Tendrás que cruzar un rió, sus corrientes son muy fuertes. No tendrás derecho a cruzarlo, hasta que seas capaz de nadar un kilómetro contracorriente.
Cuando hayas hecho todo esto serás merecedor y podrás morder ese fruto del árbol de la fuerza.
El muchacho asintió, su deseo era tan fuerte, que directamente fue y cogió el saco de arroz, pesaba, pero estaba decidido.
El camino era duro y el saco se hacia cada vez en mas pesado, pero el fue haciendo el recorrido con todas las indicaciones que le había hecho el sabio. Sus piernas y su espalda se hacían muy duras y fuertes.
Después de tres meses andando, llego al bosque y empezó a subir a todos los árboles, cientos de árboles. Parecía que ese bosque era interminable, pero después de otros seis meses lo había conseguido. Sus brazos habían cogido una fuerza y agilidad enormes, escalaba los árboles con la velocidad de un mono.
Llego entonces al rió. Se tiro al agua para intentarlo, la corriente era enorme y por poco se ahoga. Decidió atar una cuerda a un árbol de la orilla y el otro extremo lo ató a su cintura, así podría intentarlo sin que la corriente lo ahogara. Después de tres meses mas consiguió, sin la seguridad de la cuerda, nadar 1 kilómetro contracorriente.
Llego a la última parte del camino, ahora tenia que llegar a lo alto del pico del águila.
Fue muy duro y estuvo varias veces a punto de despeñarse. Al fin consiguió llegar a lo alto del pico.
Ante él, se encontraba un hermoso árbol, el sol brillaba sobre sus frutos dando un aspecto mágico. Nicolás se acerco al árbol, cogió uno de sus frutos de color anaranjado y lo comió, su sabor era dulce y agradable, disfrutaba de cada bocado.

"Nicolás era muy, muy fuerte"


Comentario:

La naturaleza es muy sabia y nos ha dotado de algo muy valioso para que vivamos experiencias: "El deseo".
Todo, absolutamente todo lo que hacemos tiene en el fondo un deseo, siendo el motor de toda acción.
Las experiencias que vivimos hacen que vayamos adquiriendo un conocimiento vivencial, ganado en comprensión, a la vez que vamos desarrollando todas las capacidades, voluntad, valor, confianza... que hay en nuestro interior. Desarrollando consciencia.
¿Pensáis que el joven del cuento se hizo muy fuerte por comer la fruta o por todas las situaciones que tuvo que vivir para llegar hasta ella?
El conocimiento no se consigue al final del libro, sino pagina a página del libro.
Nuestras capacidades no se desarrollan cundo conseguimos lo que queremos, sino haciendo el camino buscando lo que queremos.
La felicidad no se consigue al obtener nuestras metas, sino disfrutando y viviendo conscientemente cada pasó. Al alcanzar nuestros objetivos, tal y como deseábamos, conseguimos una felicidad efímera, se desvanece muy rápido. Es una trampa el querer conseguir la felicidad en los resultados, en la meta. Es como si quisiéramos quitarnos la sed bebiendo agua con de sal. Al beberla la sensación engaña y parece que nos sacia, pero siempre te hace falta mas, y mas… pues nunca quita la sed.
Así que pase lo que pase en tu vida intenta pensar que es lo mejor para ti, para hacerte mas fuerte despertando la capacidades que tienes. Piensa, incluso en las situaciones mas complicadas, que todo es por tu bien.

Marut.

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viernes, julio 3

Apariencia




“Que tus palabras, no sean mejores que tus acciones”


Al estar identificados con el ego vivimos con inseguridad, esto nos hace mostrar constantemente lo que tenemos, lo que hacemos, lo que sabemos… para poder sentir que los demás nos aceptan. Necesitamos ser reconocidos, ser valorados por otros, desde el exterior, ya que no conocemos nuestra propia esencia, la grandeza y el valor de lo interior.

Cuando se juntan un grupo de personas que no se conocen, se desarrollan situaciones con la necesidad de demostrar el valor de cada cual. Esta situación se da, por ejemplo cuando en alguna celebración, boda, bautizo… se forma una mesa donde no se conocen las personas. Suele pasar que algunos terminan hablando de su empresa, los trabajadores que tiene, la red comercial tan grande o incluso de lo que factura. Otros hablan de sus propiedades, casas, coches… describiendo las partes más llamativas. Otros alardean de sus master, conocimientos, proyectos…
Es muy común el pensamiento:”Tanto tienes, tanto vales”. Que gran equivocación.

Recuerdo la época que era propietario de varios negocios de hosteleria, cuando se presentaba una situación de estas, con personas que no me conocían, sentía cierta inseguridad, como una falta de valoración. Cuando de alguna manera salía a la conversación mis locales y ellos admitían conocerlos, dando en algunos casos alabanzas hacia mis negocios, es cuando me sentía seguro, importante. ¡Soy el propietario!

También observo la necesidad de reconocimiento en las cosas que hacemos, dando publicidad de ellas para que sean valoradas. Hay personas que hacen poco y constantemente hablan de sus acciones para parecer que hacen mucho, mientras que hay personas que hacen grandes cosas y no las van describiendo a los demás. Estos al hacer lo justo y necesario, sienten la recompensa de la acción misma, por lo que no se necesita, ni se pide la aprobación de los demás.

Al ir desidentificándose del ego ya no se tiene la necesidad del yo soy abogado, yo soy fuerte, yo soy guapo, yo soy rico… pues se empieza a percibir la grandeza y el valor del Ser, del yo soy, por derecho. Viendo el valor y el derecho a ser en los demás, sin envoltorios, sin la obligación de ser alguien, para ser algo.



Marut.


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viernes, junio 19

Un nido en la cabeza.














Un sabio decía:
"No somos responsables si viene un pájaro y se posa en nuestra cabeza, pero si somos responsables de dejar que haga un nido sobre ella"


Las características de nuestra personalidad tiene una gran influencia sobre nosotros, por lo que estamos muy condicionados por ella y sujetos a sus cambios. Constantemente estamos expuestos a influencias tanto internas, como externas que nos sacan de nuestro estado natural de paz y equilibrio, de nuestro centro. Pensamientos que aparecen sin mucha fuerza en principio, pero que nosotros les damos un valor inapropiado y desmesurado, creando nuestros monstruos, nos parecen montañas que no podemos superar, dominándonos, llevándonos por el camino del pensamiento automático y del sufrimiento, llevándonos a la inconsciencia.

- Que el comportamiento de las personas me indigna, me ofende, me crea dudas, imagino, presupongo, juzgo, critico, condeno...bla, bla, bla (parloteo mental) ... no es importante.
- Que las situaciones, mi entorno, mi trabajo, mis proyectos, no funcionan como yo espero perdiendo la paciencia, creándome desasosiego, frustración, siendo pesimista... bla, bla, bla (parloteo mental)... no es importante.
- Que las cosas salen demasiado bien, llevo una buena racha, empiezo a pensar que soy perfecto, que todo lo que hago lo convierto en oro, veo a las personas por debajo de mi, empiezo a perder humildad, empiezo a ganar soberbia... bla, bla, bla (parloteo mental) ... no es importante
- Que escuchas esos ecos que tienes dentro de ti, las voces de tu padre, de tu madre, tu mujer, tu marido, de tu jefe, tus amigos, las voces de la sociedad, dirigiéndote, diciendo como tienes que ser, como tienes que hablar, comportarte, vestir... organizando y manipulando tu vida...bla, bla, bla (parloteo mental) ... no es importante.
- Que tenemos un gran sentimiento de culpa, porque creemos que no hacemos todo lo que podemos, que deberíamos hacer mas, que igual socialmente está mal visto, que igual otros lo hacen mejor, nos exigimos, nos juzgamos, nos agobiamos... bla, bla, bla (parloteo mental) ... no es importante.

.......mente no me cuentes historias, lo que dices...............NO ES IMPORTANTE.

Dentro de las técnicas de yoga se encuentra "Abhiasa", la observación constante de los pensamientos. Esto es muy importante pues la mayoría de las veces el pensamiento aparece para molestar, distrayéndonos de lo que debemos hacer en ese espacio de tiempo, creando confusión. Así pues si vemos que hay un pensamiento en nosotros que no es correcto, debemos trabajar el habito de discriminar (Vivheka): "Esto me sirve en este momento para algo o no, soluciona o crea conflicto, crea o destruye". Si vamos trabajando este habito conscientemente, poco a poco iremos haciéndonos dueños de la capacidad de pensar, dirigiéndolo hacia lo que es justo y necesario en ese momento, consiguiendo utilizar de forma correcta una de las herramientas mas poderosas de las que dispone el ser humano: "La mente".

Vaciarse para llenarse

Es muy importante hacer un trabajo con nuestra personalidad, con el ego, de vaciar, eliminando necesidades no necesarias, sentimientos contradictorios e inconscientes, viejos patrones mentales atascados… en definitiva todo aquello que nos condiciona y no nos permite “VIVIR”. Mientras soltamos esos pesos, esos lastres del ego, lo que estamos haciendo es acercarnos a algo más grande, a la conciencia, donde el valor se lo damos a la existencia.
Valorar y agradecer la vida es muy importante, porque nos llena, nos hace crecer, nos hace sentir de forma agradable, acercándonos al espíritu y a la alegría.
Para llenarnos tenemos que vaciarnos primero, observando, quitando importancia y poder a todo lo que te limita y condiciona, comenzando a andar libre de cargas por la vida, libre....
Así conseguiremos fluir con la vida, confiar en ella, ir en la dirección correcta, estar en sincronía con ella, limpiando todos esos pensamientos residuales, vaciándonos. Dejar de organizar todo y a todos, dejar de planificar constantemente, dejar de escuchar todas las cosas que nuestra mente dice que hagamos, controlar nuestro entorno, controlar las personas, controlar nuestra vida y la de los demás.


La persona que esta totalmente llena, que esta cargada, ya no tiene espacio para nada más, esta cerrada a aprender. Eso quiere decir que ya a terminado su camino, ya no puede aprender nada, ya no puede entrar nada mas en él, no hay espacio.
Cuando tenemos demasiado claro como deben ser las cosas nos perdemos lo que realmente son, viviendo en la expectativa. Así pues al tener esta rigidez de ideas, estamos ciegos ante todo lo que se nos ofrece en nuestro entorno.
Un vaso que esta totalmente lleno de agua, no le puedes meter agua nueva pues se saldría, se derramaría. Si dejas mucho tiempo esa agua dentro del vaso sin cambiarla, se ensucia, caduca y termina por enfermar. Lo mismo pasa con nosotros, con nuestra mente, tenemos que vaciarla de viejos conceptos almacenados, ir vaciándola, cuando se vacía entran mas, vaciar y llenar, siempre en esa medida.
Dar y recibir. Al vaciarnos podemos abrirnos a recibir, con interés, gratitud y agradecimiento. Recibir la acción de los demás, las buenas palabras, ayuda, lecciones, los consejos, el conocimiento, los regalos. Para esto también tenemos que ser humildes, con intención alegre de aceptarlo, lo que venga, sea lo que sea tanto de la existencia, como de otras personas. Al llenarse de bienestar, tenemos la posibilidad de dar, la necesidad de dar, estamos pletóricos, desbordando amor y alegría, queremos compartir lo que tenemos.
Alumno y maestro, siguiendo con ese equilibrio perfecto, siempre en la vida tenemos que ser a la vez alumnos y maestro. Al vaciarse podemos recibir y nos convertimos en alumnos, aprendiendo con cada paso, aprendiendo de cualquier cosa que se nos presente, que veamos, que sintamos, continuamente sin parar, creciendo y aprendiendo, pero claro al ser alumno tienes que estar vacío, con humildad. Al estar llenos, podemos dar y ser maestros, porque a la vez que somos alumnos tenemos que ir enseñando, tenemos que ir dando nuestras experiencias, aportando, llenos de conocimientos, sentimos la necesidad de enseñar. Es muy importante ser alumnos y maestros en la vida, dejando espacio a los dos, maestros con la capacidad de enseñar, con nuestros conocimientos y experiencias, y al vez ser alumno, permitiendo que los demás también sean nuestros maestros, escuchando lo que dicen con interés, no siendo lo único interesante e importante lo que “yo digo”. Muchas veces tenemos mas interés en que lo que decimos sea reconocido siendo el centro de atención, mas que conversar. Debemos aprender a escuchar y valorar otros puntos de vista.
Podríamos decir que al vaciarnos, recibimos, siendo alumnos cumpliendo una de las partes que hemos venido ha hacer en la vida: Evolucionar. En el otro lado veríamos que al llenarnos damos, siendo maestros y completando otra razón por la que venimos a la vida: Aportar.
Nuestro trabajo en la vida seria encontrar el equilibrio entre las parejas de este círculo: vaciarse-llenarse, alumno-maestro, recibir-dar, evolucionar-aportar.
Este esquema se repite en el universo constantemente: espirar (vaciarse de aire)-inspirar (llenarse de aire), los árboles se llenan de frutos y luego se vacían, las personas beben, comen y luego vacían, el día se llena de luz y luego se vacía de luz....son ciclos constantes, de otra manera no podría ser.
Por eso busquemos siempre el punto medio de estar vacíos-llenos, recibir-dar, alumno-maestro. Si solo nos vaciamos siendo alumnos, recibiendo, aprendiendo, espirando, nos atascaríamos, y lo mismo pasaría si solo nos llenáramos y fuéramos maestros, dando, enseñando, inspirando, es necesario el equilibrio entre los dos para seguir, para crecer.

Vaciándonos nos llenamos, así completamos él circulo.


















Marut.




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La escalera del conocimiento

Nuestro estado emocional nos indica constantemente si estamos bien o mal, cuando nos encontramos mal, con tristeza, angustia, miedo, tensión, euforia… es un indicativo de que en nosotros algo no es correcto, hay algo que tenemos que trabajar.
En este punto, cuando uno esta mal, es importante seguir una serie de pasos con el fin de volver a nuestro sendero interno, nuestro estado natural de salud, de estar bien, de verdad y claridad.

1- Lo primero y más importante es darse cuenta.
Para cambiar cualquier cosa lo primero es darse cuenta que existe un conflicto, aquí hay que ver que ya no se esta es el sendero, que estamos sufriendo. Para darnos cuenta que estamos mal podemos utilizar la observación, si tu cuerpo esta tenso, tu respiración entrecortada y rápida, tu mente piensa a mucha velocidad, amontonándose las palabras y en tus emociones hay rabia, dolor, sufrimiento tensión... si ocurre todo o parte de esto, es que estas fuera del sendero, fuera de ti. Si no estamos atentos, si seguimos metidos en pensamientos de rabia y rencor, cada vez nos alejaremos mas del sendero, sufriendo más a medida que le echamos mas leña, con pensamientos incorrectos, al fuego interno de la tensión y dolor. Una cosa es tener pensamientos de critica, de juicio, de ira, de dolor... y otra cosa es “darse cuenta” que se tienen pensamientos de critica, de juicio, de ira, de dolor... Al darnos cuenta nos instalamos en el observador interno, teniendo la capacidad de distanciarnos. Parece evidente que nos damos cuenta, pero no es así, a veces tardamos mucho incluso años en hacernos conscientes de que estamos mal.
De esta manera es posible que consigas deshacer ese estado inconsciente de estar mal, si no es así tendrás que seguir con el siguiente paso.

2- Lo segundo es parar y observar.
Cuando digo parar, es a todos los niveles, físico, emocional y mental. Esto podemos conseguirlo también con la ciencia del yoga, con unas técnicas obtenemos unos resultados. Respira con profundidad, sintiendo la respiración, sintiendo la energía que hay en tu cuerpo, la sensación que te produce, esto ayuda a coger espacio, y desde ahí observa con distancia sin apegarte a los pensamientos, así creamos una especie de “cortafuegos”. Es conveniente cortar por un momento el pensamiento y la emoción, cuando el proceso es complicado y largo, apóyate en las asanas y en la meditación. Muy importante es saber diferenciar entre el sentimiento interno y los pensamientos que generan, el fuego y su reflejo. No se consigue apagar un fuego echando agua sobre su reflejo, hay que buscar el fuego y arrojar el agua sobre el. Lo mismo nos pasa a nosotros, tenemos un dolor interno, un estimulo, una reacción a lo externo que hemos creado cada uno inconscientemente, y de él se reflejan pensamientos tensos de critica y juicio. Si le damos valor y credibilidad a estos pensamientos le damos fuerza al dolor, haciendo mayor el fuego que nos quema. Tenemos que coger una pala y escarbar, no quedarnos en la superficie, en el primer pensamiento, así iremos por debajo encontramos intolerancia, rigidez de pensamientos, necesidades inconscientes, apegos y miedos.
Llevando luz donde hay oscuridad empezamos a ver. A través del conocimiento propio se es sincero con uno mismo, percibiendo la verdad, sin disfrazarla, sin autoengaños, ya que a través de no verdades, basándonos en errores difícilmente podremos solucionar las cosas y evolucionar.
Si así no has podido deshacer ese estado inconsciente de estar mal, seguramente es algo que está arraigado en ti, si es así tendrás que seguir con el siguiente paso.

3- Lo tercero es la confianza en la vida.
Aquí se puede utilizar la devoción, comunicándonos con lo más íntimo e interno.
Es muy importante dar fuerza a un sentimiento de confianza en la vida, con toda la magia y misterio que le rodea, vivir es un gran regalo y un milagro, aprovecha la oportunidad. Desde la sinceridad exprésate, aquí tienes un ejemplo, pero lo importante es que lo crees tú, desde tu interior, desde tu sentir, con tus deseos, preocupaciones y agradecimientos.

“Padre llévame de vuelta a mi, dame visión clara para ver la verdad, fuerza par andar, paciencia para esperar y comprensión para pensar. Dame tu abrazo llenándome con todo el amor y la capacidad que necesito.
Gracias por estar aquí conmigo.”

Intenta sentir ese abrazo divino, intenta sentir la energía que se despierta en ti.

4- Lo cuarto es dirigir el camino de vuelta.
En este punto es conveniente utilizar una filosofía positiva de vida, ideas que nos van a ayudar a situarnos ante lo que nos hallamos de la mejor forma posible y buscando la verdad. Así trabajamos la actitud.
Es muy importante tener claro que no nos enfrentamos a un problema en el que nos vaya la vida, lleno de peligros, sino que tenemos ante nosotros un desafío, una oportunidad de aprender. Una bendición disfrazada, disfrazada de dolor para señalarnos un receptor que funciona de manera incorrecta dentro de nosotros, una percepción errónea, una respuesta interna automática y precondicionada, que nos causa sufrimiento. Pero sobre todo debemos tener claro que:
“Pase lo que pase, no pasa nada”.
Desde la observación distante dar la mejor respuesta, yo la llamo acción prudente, pues no te dejas llevar por el impulso rápido-automático y de forma consciente, serena, decides cual es la mejor acción a seguir. Esta pude ser dialogar, guardar silencio, escuchar, aguardar el momento oportuno, tener paciencia, observar los pasos a dar... siempre actuando con la intención de no dañar, ni dañarte, no empeorar la situación, de ayudar, de ayudarte… en definitiva de solucionar. Haciendo las cosas lo mejor que podamos, sin preocuparnos por el resultado, disfrutando y viviendo conscientemente lo que hacemos.

Si contestamos a través de la inconsciencia actuaremos con tensión, con rabia, con odio, con guerra, imaginamos y presuponemos diferentes historias que nos alteran y desequilibran, así abrimos las puertas del infierno.
Por eso cuando vengan los pensamiento, las emociones, estate atento y obsérvalas desde lejos, siendo un poquito toreros, le damos un pase y lo dejamos pasar, no es importante, que viene otra cosa, no es importante y lo dejamos pasar, no es importante. Porque como vengan los pensamientos y no estemos atentos, dándole fuerza y valor, ese toro nos pillara, y nos llevara por los aires, y nos tirara por los suelos, y nos volverá a llevar por los aires y nos volverá a tirar por los suelos.

Es inevitable que la vida venga y nos ponga el dedo en la llaga sacándonos del sendero, para indicarnos: ahí duele porque tienes cosas que aprender y solucionar. Lo bueno es que cada vez que volvemos al sendero traemos algo que antes no había: la experiencia recogida en el camino.
Cada fase de este camino de vuelta al sendero puede durar 5 segundos o toda la vida, al empezar a observar y darnos cuenta de lo que nos pasa muchas cosas se limpian de golpe dentro de nosotros. Hay sin embargo, otras que están muy ocultas, muy arraigadas y nos llevara mucho tiempo trabajarlas, pasando por fases de conocimiento, aceptación y comprensión.
En la parte vertical del escalón la vida nos parece que vaya cuesta arriba, acompañándonos sentimientos de desasosiego, pesimismo, derrota, frustración..., mientras que al alcanzar la parte horizontal del escalón, sentiremos la vida de forma fácil y sencilla, nos encontramos victoriosos, seguros y alegres.
A este ir y venir del sendero yo le llamo “escalera del conocimiento” y es como vamos ganando sabiduría. ¿Cuántos escalones quieres subir en tu vida?





Escalera del conocimiento

Marut.





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jueves, mayo 28

El fin NO justifica los medios.




Vivimos de manera que todo lo que hacemos lo valoramos de forma positiva o negativa dependiendo del resultado final de la acción. Esta valoración suele venir determinada por un reconocimiento por parte de los demás, por haber alcanzado el objetivo buscado, por conseguir beneficios económicos, alcanzar éxito…. Parece ser que en nuestra escala de valor todas estas cosas tienen importancia encabezando nuestra lista, pero nos dejamos la mas importante de todas: “el conocimiento de la experiencia propia”.
Cuando hacemos cualquier cosa de forma consciente vamos añadiendo en lo mas profundo de nosotros un conocimiento único, vivenciado personalmente este nos da la posibilidad de crecer he ir ganando en capacidades, gracias a esto podremos encontrar felicidad al tener mayores capacidades de solucionar las situaciones que se nos presenten, sin atascarnos en ellas.
Es curioso, podemos hacer un montón de acciones esforzándonos por conseguir una meta, si la conseguimos pensamos que a valido la pena, si no es un fracaso y una perdida de tiempo. La única diferencia ha sido el final, pero todo el tiempo lo hemos invertido de igual manera. Debemos tener claro que una situación tiene muchas formas de acabar y no necesariamente la mejor es la que hemos pensado, pues es posible que haya partes de la situación que no llegamos ha percibir, trabajando algo en nosotros.
Debemos valorar la acción por la acción misma, disfrutando y poniendo atención sobre lo que se hace, con la intención de aprender y de disfrutar. Así nos desapegamos del fruto de la acción, del resultado y podemos pensar con claridad para hacer de forma más correcta las cosas, consiguiendo una voluntad férrea y constante.
Si nos centramos en conseguir el resultado previsto, apegándonos a el, sentiremos una gran necesidad de alcanzarlo, aparecerá el miedo al fracaso, al ser cuestionado y juzgado por los demás, la no aceptación de otra posibilidad… por lo que seguramente nos creamos con derecho para mentir, pisotear y manipular a otras personas, para así lograr nuestro deseo. Con esta forma de funcionar la frustración será una compañera de vida.
Un día estaba en el videoclub, dándole vueltas a este pensar, de repente una portada de una película llamo mi atención, decía:
“Lo importante no es el final del viaje, sino la experiencia del camino”
Otro dicho Zen nos dice:
“Lo valioso no es donde te diriges, sino donde estas”
En el Yoga existe Sanyasa (realizar la acción sin buscar el beneficio, piensas en la acción misma) y Tyaga (desapego, no hay deseos de conseguir resultados), son diferentes pero van unidas.
Así pues yo pienso que:
“El fin no justifica los medios, puesto que lo que realmente importa es el medio”.

jueves, mayo 14

Un reino para dar.


Un cuento nos narra la historia de un reino muy lejano, gobernado por un rey justo y sabio. Su hijo, el príncipe heredero, era avaricioso y orgulloso, le gustaba el poder, siempre conseguía lo que quería sin importarle la manera de alcanzarlo.
Durante un viaje en el que el príncipe había partido con varios barcos llenos de hombres a la conquista de los reinos vecinos y sus tesoros, el rey cayó enfermo. La situación se complico, el rey no sobreviviría a la enfermedad por lo que enviaron a un mensajero en busca del príncipe, con el siguiente escrito: “El rey esta muy enfermo, vuelve inmediatamente”.
Pasaron los días y el rey empeoraba, cuando él sintió que había llegado su momento mando llamar a su siervo más fiel, aquel que le había acompañado toda la vida sirviéndole con honestidad y amor, demostrándole prudencia, inteligencia, saber estar, saber actuar, y le dijo:
- He estado pensando largo y tendido, he llegado a la conclusión que tú debes sucederme, tú eres la persona que debe reinar tras mi muerte.
- Pero señor, no puede ser, yo solo soy un siervo. Contesto.
- Nada de eso, me has dado muestras siempre de grandeza y gran capacidad. Contesto el rey
Trajeron un pergamino real, sobre el que escribió su voluntad. En él le cedía el reino con todas sus posesiones, sus tierras, tesoros, personas… con todo el poder del reino, poniéndole el sello real se lo entrego al siervo. Nada mas cogerlo, el siervo pudo sentir el peso del pergamino, lo que había en él, “todo un reino”. En ese mismo momento el rey murió.
Se oyeron a lo lejos las alarmas, avisaban de la llegada de los barcos con el príncipe de vuelta. La noche era cerrada, con una gran tormenta, no se veía nada. El siervo enrolló el pergamino y lo guardo bajo su ropa, saliendo con un paje a toda prisa hacia el faro, debían encenderlo o los barcos chocarían con el arrecife y morirían muchas personas. Al llega, el paje intentó encender el faro pero la mecha estaba húmeda y las cerillas no conseguían encenderla.
-Rápido necesito papel, algo que pueda quemar. Decía el paje.
El siervo le escuchaba a la vez que sentía el papiro bajo sus ropas, notaba todo el reino tocando su piel.
-Rápido, necesito cualquier cosa para encender la mecha, las cerillas no son suficiente, rápido, rápido, van a morir muchas personas. Volvió a decir el paje.
El siervo tocaba el papiro, como pesaba, su mano sentía el papel….



La pregunta es: ¿Qué habrías hecho tú? ¿Habrías dejado que se hubieran chocado todos los barcos contra el arrecife, consiguiendo el reino? ¿O hubieras dado el pergamino para poder encender con él la mecha, salvando la vida de todas las personas, perdiendo así el reino y continuando como siervo?
Pienso que todos los días pasamos por una situación parecida en la que tenemos que decidir si damos nuestro reino o no. Son muchas las situaciones que se nos presentan en la que podemos dar a otra persona palabras de comprensión y amistad, tiempo, conocimientos, un abrazo, apoyo… en definitiva nuestro reino, a las personas de nuestro entorno que lo necesitan. Generalmente vemos estas situaciones, aunque por pereza, prisa, pensamientos que nos dicen que no sirve para nada, o que haremos el ridículo… finalmente no hacemos nada, dejando escapar la oportunidad de dar nuestro reino.
Este reino es el que cada cual tiene en verdad, sin querer aparentar o dar otra cosa por que piensa que no es suficiente, puesto que el que da lo que tiene, su reino, con la intención de ayudar, de aportar, no puede pedírsele nada mas, ni le pueden juzgar los demás, ni uno mismo puede juzgarse.
Lo bueno que tiene este reino es que al contrario que el reino del cuento, si lo entregas no lo pierde, pues viene de vuelta multiplicado con sensaciones hermosas, llenando nuestro espíritu de fuerza, llenándonos de bienestar.
Entiendo que la parábola de los talentos se refiere a esto cuando el señor de la casa al emprender un viaje largo entrega unas monedas a sus sirvientes.
A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos. Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y fue recompensado. Cuando se presentó el que había recibido dos talentos, trajo otros dos talentos e igual que el anterior fue también recompensado.
Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, sin nada haber multiplicado, sin intereses, fue castigado quitándole el talento y siendo expulsado.
Todos tenemos talentos dentro de nosotros, la forma de hacerlos crecer es dándolos, compartiéndolos con los demás. Si dejamos nuestros talentos en el interior (en el cajón), sin utilizar, se convierte en algo inútil, que no sirve para nada ni nadie, y finalmente se pierden. Al entregarlos, los desarrollamos, creciendo en todos los aspectos, convirtiéndolos en útiles para nosotros y los demás.
Hay una frase muy hermosa que lo describe muy bien:
“Quien no VIVE para servir, no sirve para VIVIR”.


Marut.


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Cuento: Una vida Magica.


En un pueblecito entre bosques y montañas, con muy pocas casas pues estaba habitado únicamente por un puñado de familias, vivían puerta con puerta dos amigos. Se habían criado juntos desde muy pequeños, aun siendo muy diferentes, pasaban el día juntos.
El mas mayor se llamaba Frank, siempre tenia que ser él quien mandara y dirigiera a los demás, daba constantemente ordenes, así se sentía el centro de atención y el mas poderoso. Dos años menor que él era Santi, este era un muchacho sencillo, nada conflictivo, disfrutaba pasando los días en medio de la naturaleza, los árboles, los pájaros, le gustaba jugar y correr con sus amigos, siempre sonreía y su mirada reflejaba una chispa de luz interna que se contagiaba al mirarle a los ojos.
De esta manera fueron creciendo en un entorno tranquilo y sin grandes emociones.
Un día, sentados junto al río, se preguntaban: ¿Como seria la vida fuera del pueblo? Soñaban con conocer mundo y hacer grandes cosas. La monótona se había apoderado de ellos, así que decidieron irse del pueblo. Irían en busca de la leyenda, esa que desde pequeños habían escuchado contar a los ancianos, sobre un bosque magico donde los deseos se hacían reales. Fueron a sus casas y cogieron algunas cosas, así pensado y hecho comenzaron su gran viaje.
Caminaron primero por los caminos ya conocidos, bosques por los que habían jugado desde pequeños, luego pasaron por las montañas que siempre habían visto a lo lejos pero que nunca habían visitado, siempre fantasearon sobre aventuras con animales fantásticos en ellas. Finalmente empezaron a pisar zonas que ni sabían que existían, el camino cada vez era más difícil y duro, la fatiga era insoportable, hacia ya meses que se habían marchado, que lejos estaban ya del poblado.
Cansados y desmoralizados, se encontraban en un punto en que no sabían ya si seguir o volver hacia atrás, dándole fin así a su aventura. Aun con esta duda revoloteando en sus mentes, decidieron seguir. Fue entonces cuando se encontraron delante de un camino con un color muy extraño en el suelo, pues la tierra era dorada y a los lados lo limitaban flores enormes de mil colores. Andaron unos metros por él y se encontraron con un cartel que decía con letras brillantes “Bosque mágico”, debajo con letras mas pequeñas añadía: “Si entras ten claro cuales son tus verdaderos deseos”. Los dos muchachos se miraron tras leer esto, empezaron a reír y salieron corriendo a toda velocidad adentrándose en el camino, no pararon hasta llegar al final del camino.
Pararon en seco, la respiración era agitada, no tanto por la intensidad de la carrera como por la impresión del ver lo que tenían delante. Ante sus ojos se encontraba un enano, un nomo del bosque, con una sonrisa en la cara que le daba el aspecto más cómico y burlón que nunca habían visto. Este sentado sobre una seta enorme, en la postura de meditación, brillaba, nunca habían visto nada igual.
El enano abrió los ojos y mirándoles fijamente les pregunto:
-¿Qué deseo queréis?
Los dos jóvenes se quedaron muy asombrados, seguramente en el fondo realmente no creían que la leyenda fuera verdadera y ahora les preguntaban que deseo querían. Se quedaron con las bocas totalmente abiertas. Nunca habían pensado sobre esto. ¿Que es lo que realmente deseaban? El primero en reaccionar fue Santi, que tras pensarlo dijo:
-Deseo tener una vida mágica.
-Yo también quiero una vida mágica.- dijo Frank inmediatamente al oír el deseo de su amigo.
-La única condición que os pondré, es que con este deseo, adquiriréis un poder que lo utilizareis en el reino que se os concederá, del cual seréis responsables para gobernarlo. ¿Estáis de acuerdo? Pregunto el enano.
- Sí.-Contestaron los dos a la vez sin pensarlo.
-Bueno.-Contesto el enano. Pues cerrar los ojos primero, ahora imaginar y sentir vuestro deseo, así es como se cumplirá.
Los dos muchacho cerraron los ojos y durante varios minutos estuvieron en silencio visualizando su deseo. Cuando abrieron los ojos el enano y la gran seta en la que se sentaba habían desaparecido. En su lugar se encontraban dos sendas bien marcadas con piedras a los lados, dos caminos que llevaban en direcciones opuestas. En un cartel al principio del camino izquierdo ponía: "Reino de Frank", mientras que en el cartel del camino de la derecha ponía:"Reino de Santi".
Miraron los carteles, estaban paralizados y en silencio, no llegaban a creer lo que sucedía. De repente Frank le grito adiós a su amigo a la vez que salía a toda prisa adentrándose en el camino hacia su reino, desapareciendo al instante tras la vegetación que rodeaba el camino. A Santi le costó mas moverse, hasta que algo en su interior le empujo a andar, lento pero seguro, una sonrisa se le iba dibujando en la cara con fuerza a cada paso que daba.
Santi llego a su reino, las casas, el sol, el entorno, las personas... todo brillaba, que hermoso era. Empezó a sentir algo especial, lo reconocía, era su deseo: "una vida asentada en la magia". Se bañaba en esta sensación profundizando en ella, que fuerza, que intensidad, todo era luminoso, elegante, dichoso. Era como si dentro de el vibrara con intensidad una gran fuerza llena de amor, respeto y comprensión, expandiéndose hacia fuera, alcanzando y transformando todo lo que había alrededor de el. Todo era mágico, todo era divino, todo estaba conectado con él, con ese sueño que había tenido al pedir su deseo al enano, que dichoso se sentía. Así gobernó, desde ese estado interno de verdad, de amor y comprensión hacia todo, dándole abundancia y prosperidad a su reino.
El había pedido una vida asentada en la magia desde la creencia que todo es mágico, todo es divino. Así se había despertado con fuerza lo divino que existía en él, percibiendo lo divino de los demás, pues se percibe de dentro hacia fuera, en lugar de fuera hacia dentro. Viendo la divinidad que todos los seres llevan dentro, sacando lo extraordinario que esta en todo. De esta manera fue como el reino prospero y creció, llenando de felicidad a todos los que en el vivían.
Por otro lado Frank también había llegado a su reino, también nada mas llegar había sentido el poder de su deseo, “una vida asentada en la magia”, tal y como el lo entendía. Empezó a utilizar su poder de crear, de organizar, de obtener todo lo que quería. Si quería que hubiera joyas, solo tenia que desearlo, si le apetecía comida la visualizaba y aparecía, que quería que sus habitantes hicieran lo que el pensaba, solo tenia que decirlo. Nunca se conformaba, cada vez quería mas, mas riquezas, mas respeto, mas atención.... incluso que le tuvieran mas temor, todo esto le hacia sentirse poderoso. Se le metió en la cabeza que era un Dios, quería que le adoraran, necesitaba sentirse el más grande y ver a todos los demás pequeños, así se sentía superior, ansias de grandeza se habían despertado en él de una forma destructiva. Así solo importándole que sus sensaciones y poder fueran cada vez mas grande, fue destruyendo el reino. Sus habitantes cada vez estaban mas tristes, desmotivados y sin autoestima, ni confianza. No había amor, ni sonrisas, ni afecto... que reino más oscuro.
El había deseado una vida mágica desde el deseo de tener poderes sobrenaturales para conseguir impresionar y estar por encima del mundo, siendo el mejor, el único.
Un día Frank se levanto de la cama después de una larga noche, no había podido dormir, hacia tiempo que no se sentía bien, se iba dando cuenta que no era feliz, aun teniendo absolutamente todo, no era feliz. Decidió ir ese día a lo más alto de su reino para observarlo, buscaba silencio y soledad para pensar. El lugar más alto era una gran montaña que limitaba dos reinos. Por causalidad también Santi subió ese día a la montaña para admirar la belleza de su reino. Justo allí, en lo más alto de los dos reinos, en el límite, en la cima de la montaña, se encontraron. Dándose un gran abrazo y con mucha alegría, se sentaron a varios sobre unas rocas, cada uno en su territorio, y hablaron.
Pasaron todo el día contándose lo que había sucedido en sus vidas desde el momento que cogieron un camino diferente separándose. Estaban asombrados, como podía ser que hubieran pedido lo dos el mismo deseo y que sus vidas y reinos hubieran sido tan diferentes. Hablaron y hablaron, finalmente llegaron los dos a la misma conclusión, la verdadera magia de la vida esta en el amor incondicional hacia todas las cosas, sabiendo encontrar lo alegre y hermoso en todo, sintiéndolo y creándolo dentro de uno. No buscando sin parar cosas extraordinarias que nos den grandes sensaciones, sino que despertando la capacidad de convertir en extra todo lo ordinario, lo que esta en nuestras vida todos días, sacando la esencia de todas las cosas.
Eso es una vida mágica.


Comentario:

Desde donde pensamos, actuamos, hablamos, sentimos, esta es la cuestión. No es tan importante lo que vives, si no mas bien desde donde lo estas viviendo. Puedes funcionar desde el ego a través del miedo, la necesidad, los automatismos de la mente… haciendo que busques tu propio beneficio, y así poder sobrevivir a la mentira que has creado, destruyéndote poco a poco. O puedes funcionar de forma consciente, VIVIENDO todas las situaciones, buscando sinceridad, el bien común, con la intención de ayudar, crear orden y verdad, haciendo lo más correcto en cada momento llenándote de bienestar. Dependiendo desde donde funcionas el resultado será uno o otro.

Marut.



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domingo, abril 26

AMBICIÓN





Recuerdo una época de mi vida, cuando era pequeño, ambicionaba juguetes, veía en la televisión y a otros niños patines, consolas, bicicletas… Yo deseaba tener todas esas cosas y mi pensamiento viajaba a la forma de conseguirlas y me imaginaba jugando con ellas.
Luego crecí y llegue la adolescencia, las emociones se disparaban y al ver a las chicas algo se encendía con fuerza dentro de mí. Ambicionaba estar con ellas, mi deseo me hacia dirigir mis acciones, mi imagen, mi forma de ser a conseguir este fin.
Al hacerme mas mayor las cosas seguían evolucionando, la ambición también evolucionaba. Quería una imagen social pero sobre todo quería dinero, mucho dinero. Mis pensamientos, mi trabajo, me encaminaban a esto, pues esto era lo más importante y lo demás no lo era tanto.
También pase por la ambición de conocimientos, leer mucho para almacenar datos, poder demostrar en una conversación lo que sabía. Mucha teoría y poca práctica de lo aprendido, no servia para nada.
He de decir que todas estas cosas y otras que busque las alcancé, una vez conseguidas me parecieron que no tenían el valor y la importancia que les había dado. Durante un tiempo buscaba mas en la misma dirección sintiéndome cada vez mas vacío, hasta redirigir de nuevo mi ambición, mi búsqueda hacia otro fin.
Ahora en estos momentos de mi vida mi máxima ambición ya no se encuentra en tener cosas, en conseguir objetivos. Mas bien mi deseo es el de poder disfrutar de lo que tengo, este donde este, poder conectarme con el momento sacando partido de lo que hay a mi alrededor, sin exigencias, simplemente estando en paz, sintiendo la alegría y el amor que hay en mi y en lo que me rodea. Aprendiendo de la vida y ganado en consciencia día a día.
Sobre esto último me pregunto si lo llegaré a conseguir, en un grado elevado o no, y de conseguirlo ¿Cuál será el siguiente paso en la evolución de mi ambición? ¿Será la última ambición?


Marut.


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martes, abril 14

La prosperidad en tiempos de crisis









Para empezar me gustaría aclarar la idea de prosperidad, pues tiene su reflejo en lo material pero sobre todo nace de un acercamiento espiritual. Así pues, la prosperidad nos lleva al dinero, pero también atrae la paz, el amor, alegría, consciencia... en definitiva calidad de VIDA. Para acceder a nuestra esencia debemos pasar por nuestra personalidad, sin atascarnos con miedos, inseguridades o carencias, es lógico pues que al acercarnos a nuestro espíritu hayamos conseguido un equilibrio psicológico que nos facilite la capacidad de pensar, para decidir lo que necesitamos realmente y la manera de conseguirlo.

“Busca el reino de los cielos y lo demás se te dará por añadidura”. El reino de los cielos esta dentro de nosotros, a través de la expansión de nuestra consciencia nos conectamos con el espíritu, en este camino se va dando la prosperidad pues es inherente, es la añadidura.
La consciencia es trabajar para solucionar, colaborar, crear, mientras que la personalidad se mueve más en el conflicto, la guerra, el problema. El trabajar enriquece, la guerra empobrece.

Esta claro que todos pensamos, es mas, estamos todo el tiempo pensando pero sabemos desde donde pensamos. En tiempos de crisis es fácil que nuestros pensamientos salgan desde la emoción más básica de todas: "el miedo", haciendo que nos paralicemos, que nos atasquemos, sin tener la capacidad de ver con amplitud, con discernimiento las situaciones que se ponen ante nosotros. Así lo que conseguimos es creer lo que nos dicen los pensamientos, trasladando una fantasía que hay en nuestra mente a nuestra vida, convirtiéndola en un infierno. Así finalmente pasamos de una situación que es real, a hincharla de tal manera con añadidos y suposiciones, que la convertimos en una mentira, llevándonos al pesimismo con el pensamiento negativo, pensando que va a pasar lo peor.

Una de las leyes del universo dice:
"El hombre se convierte en lo que piensa". Es una gran verdad pues todos los pensamientos que tenemos ya sean conscientes o inconscientes dirigen nuestras acciones, ósea nuestra vida, atrayendo prosperidad o desdicha. Debemos vigilar nuestros pensamientos y sin engañarnos, darles la vuelta convirtiéndolos en afirmaciones positivas llenas de fuerza y valor, transmutando el miedo en confianza en la VIDA y en las capacidades de uno mismo para afrontar con éxito todo lo que venga, sea lo que sea.

Si pensamos que nos van a despedir terminaran por despedirnos, si pensamos que nuestra pareja nos va a dejar terminara dejándonos, si pensamos que vamos a perder nuestro dinero terminaremos perdiéndolo, si pensamos que no merecemos el respeto de los demás las personas no trataran sin respeto... Atraemos lo que pensamos. Lo semejante atrae a lo semejante.
Si no nos sentimos merecedores de alegría y prosperidad difícilmente podremos atraerlas a nuestras vidas.

Recuerda:
"Pase lo que pase, no pasa nada. Pues todo viene, todo se va y siempre Yo sigo"
Marut.

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sábado, abril 4

LOS GOBERNANTES




Había un pueblecito gobernado por varias personas y encabezado por el alcalde. Este se caracterizaba por ser muy mental, le gustaba que le dieran la razón de todo lo que decía y pensaba, cuando alguien le contradecía se sentía a morir, enfadándose y no atendiendo a razones, pensabas como él o estabas en su contra. Ansiaba y necesitaba el poder de estar por encima de los demás.
En la sombra de él, estaba su mujer manipulándole sin el darse cuenta, llenándole de deseos y metas que conseguir. Ella era muy emocional, su temperamento envidioso e insatisfecho la controlaba. Si estaba bien todos eran buenos y pensaba cambiar el pueblo haciendo grandes obras exageradas, si estaba mal deshacía todo lo hecho pensando que no servia para nada, en este estado mejor no ponerse delante de ella. Pasaba de la euforia a la tristeza muy rápidamente, siendo impredecible su comportamiento. Solía controlar al marido llenándole la cabeza de cómo debían de ser las cosas, como se tenían que comportar el pueblo, a quien había que elevar y a quien hundir. Entonces él, rápidamente se ponía pensar planificando todo lo necesario para conseguirlo.
Cuando el alcalde y su mujer querían que se cumplieran sus deseos-ordenes, enviaban al policía, el ultimo del grupo de dirigentes del pueblo, aunque el no pensaba, solo actuaba. Este era una persona grande, bruta, con malos modales y mucha fuerza, Le gustaba mucho comer beber, dormir… en definitiva todos los placeres físicos. Desde su oficina el alcalde y la mujer ordenaban, pero el policía ejecutaba.
Las reuniones en el despacho eran siempre iguales, el alcalde se pasaba todo el rato hablando con palabras llenas de tensión sobre lo que había que hacer, a su mujer le gustaba que le encendieran las emociones pues se sentía viva, entonces aplaudía y animaba a su marido, el cual al sentir que le daban la razón se crecía diciendo mayores barbaridades. Así se iban echando leña el uno al otro, la mujer le adulaba llenándole de ego y el otro decía lo que quería oír su esposa, haciéndole vibrar de emoción. Mientras tanto el policía escuchaba, su cuerpo se tensaba respirando cada vez con mas rapidez y de forma entrecortada, así en el momento que le mandaban a hacer algo salía a toda prisa a realizar su misión.
Así gobernaban el pueblo mandándoles constantemente ordenes y leyes de cómo tenia que funcionar a sus habitantes, los atiborraban de información, de miedo y estos solo podían dedicar el tiempo a cumplir todos los mandos, sin darles tiempo a plantearse nada mas, si eran correctos o incorrectas las ordenes, si eran buenos para ellos o para los demás. Los tenían controlados para no perder el poder, su dominio sobre ellos. El pueblo se caracterizaba por el ruido, el desorden y la falta de armonía. Tan descentrados estaban en el pueblo que no paraban de hacer y deshacer, sin terminar nada, ni sentir obra alguna como propia. Se habían convertido en un reflejo de sus gobernantes.
En esta confusión general, cierto día, uno de ellos hastiado de vivir así, como si todo fuera un fraude y una mentira, en silencio mirando al cielo, rezó:
- Por favor Padre, ¿cual es mi camino?, no se a donde voy, ni que hago. Envíame una señal, dame luz para andar y abrázame, por que necesito de tu fuerza y confianza para seguir.
En ese momento mirando hacia el cielo vio un brillo en lo alto de la colina tras el pueblo, era una luz suave y blanca, tenia algo especial. Nunca se había fijado en esa luz, se preguntaba de quien seria y si siempre había estado ahí. Decidió dirigirse hacia allí, no fue fácil empezar a caminar pues de cierta manera dentro del pueblo, de lo conocido, se sentía seguro, salir de él y dirigirse hacia lo desconocido le costaba mucho. Paso todo el día andando, había momentos que se arrepentía de haber salido del pueblo, las inseguridades se apoderaban de él, pero aun así seguía andando hacia su meta, Finalmente llegó a la cima, allí encontró una pequeña choza donde vivía un anciano, este se encontraba sentado en la puerta. Se miraron fijamente a los ojos, así estuvieron un buen rato, profundizaron tanto en su mirada que daba la sensación que se habían fundido convirtiéndose en uno. Entonces el anciano rompió el silencio y le dijo: gírate y observa. El se giro y vio el pueblo desde lo alto, que pequeño e insignificante se veia, podía apreciar a las personas moviéndose sin parar, daban la sensación de hacer muchas cosas pero se daba cuenta que nadie conseguía nada, sentía eso “para que correr tanto si no llegan a ningún sitio, de que sirve tanta prisa si no van en la dirección correcta”.
Los problemas, los bloqueos, las incertidumbres… todo lo que en el pueblo le parecía enorme y doloroso, desde aquí se veía insignificante, sin valor.
Se paso todo el día hablando con el anciano, este le daba su saber, basado en la verdad, en su experiencia. Cada palabra que escuchaba resonaba dentro de él con tal fuerza, que derrumbaba sus barrera mentales y miedos, caía todos los muros que no le habían dejado ver, que fuerza tenia lo que oía. Se había hecho tarde y debía bajar antes de que anocheciera, pero decidió que todos los días subiría allí para estar con el anciano.
Así lo hizo, todos los días compartía momentos muy intensos en lo alto de la cima, encontrándose con el anciano, encontrándose con el mismo, sentía como se iba llenando de fuerza y de luz propia.
Así se genero el cambio, primero dentro de él y luego fuera en su entorno. Al renovar sus patrones de pensamientos sin apegarse a ellos, al dejar atrás sus miedos... todo cambiaba, a su alrededor todos seguían con la dirección que les habían creado, buscando poder, necesidades imaginarias, ser los mejores comparándose con los demás… Que vació e insustancial veía esto, el ya no quería nada de esto, buscaba conocerse, buscaba estar en paz, buscaba VIVIR.
Antes era como un robot, respondía a los estímulos externos siempre igual, sin pensar, de forma automática. Ahora tenia la capacidad de decidir por el mismo, ya no se dejaba influenciar y dirigir por los gobernantes, pues estaba por encima de ellos y él creaba sus respuestas. Era LIBRE.


Comentario:
Nuestra personalidad esta formada por un cuerpo físico, otro emocional y otro mental, ellos nos gobiernan como los gobernantes del pueblecito de este cuento, hasta que despertamos capacidades para dirigirlos. Cada uno de ellos tiene unas necesidades, características y un valor propio, aunque los tres están conectados, cuando uno esta alterado arrastra a los demás. Debemos entender que estos cuerpos no somos nosotros, pero terminamos identificados con ellos y con todo lo que nos dicen, por lo que les servimos a ellos en vez de servirnos ellos a nosotros. Igual que el informático tiene un ordenador, un despacho y software que realizar, el no es nada de esto, es algo mas, imaginaros si se pasara todo el día limpiando arreglando y decorando el despacho, comprobando el ordenador y revisando una y otra vez los mismos proyectos, por que se ha olvidado de lo que tenia que hacer y se ha enredado con tareas que no le llevan a ningún sitio.
La libertad se consigue cuando los conoces, se le da a cada uno lo que necesita de forma equilibrada y se utilizan correctamente, dirigiéndolos hacia nuestra meta, que no son las suyas. La meditación es importante para conseguir esto, pues accedes a un espacio de encuentro, transcendiendo a la personalidad (los gobernantes), llegando a lomas elevado que hay dentro de nosotros (el sabio de la cima), asi no tiene poder sobre nosotros, por lo que podemos ir conociéndonos y desarrollando el poder de dirigir con libertad.

Marut.

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sábado, marzo 21

Amor Incondicional.




El amor incondicional es el autentico amor, aquel que sale del alma siendo un aspecto del espíritu, del ser. Podríamos describirlo como amor en estado puro, puro porque no esta contaminado. ¿Qué es lo que contamina? La respuesta es el ego.
Desde el alma es puro, pero pasa por nuestras emociones y hay es donde se añaden las impurezas.
Es grande y muy hermoso el amor que se le tiene a un hijo, pero enseguida pueden aparecer las emociones con el miedo a que le ocurra algo malo, enferme, sea infeliz…
En las relaciones de pareja hay amor, pero pueden ir acompañadas de necesidad por la presencia del otro, miedo a ser abandonado, querer recibir un comportamiento y unas palabras exactas, exigencias…
Así en muchas mas situaciones en las que siempre esta el amor+miedo, amor+dolor, amor+necesidad... entonces ya no es amor.
Así pues el autentico amor no tiene que ver con las emociones, tiene que ver mas con la comprensión, con el sentimiento de unión y hermandad. Amor al universo y a todos los seres.
En algunos momentos de la vida he rozado estados de dicha, en ellos siento que todo esta bien, y es perfecto, todo como debe de ser, sea cual sea la situación. Veo a todas las personas con un brillo especial, no me quedo en la imagen externa, en su forma o personalidad, siento que en ellos hay una presencia, la chispa de la vida que es la misma que esta en mí. Esta vida es la que hace que todo funcione pues sin ella nada se sostendría.
Podríamos compararlo con cualquier vehiculo que tenga motor, son de muchas marcas, modelos, tamaños y formas, pero todos tienen un denominador común, lo que hace que funcionen es una pequeña chispa que sale de una bujía o similar. En este caso esta chispa sale de un objeto mecánico, pero en el caso de las personas proviene de algo divino.
Esta comprensión de la chipa de vida en todos los seres, viéndola tanto en uno mismo como en los demás, te llena de fraternidad, de hermandad. Sintiendo que todos somos seres divinos.

Marut.

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LA JUSTICIA COMO MÉTODO



No diré nada nuevo, cuando digo que en los tiempos que corren, se observa una clara perdida del sentido de la Vida en nuestra sociedad. Nuestras cotas de desarrollo material e intelectual son sorprendentes, pero eso no hace que sepamos que hacer con ese potencial.
El desarrollo intelectual, no esta exento de peligros. Uno de esos peligros es el “relatibilismo”; método intelectual, para no aclararse. He tenido que acuñar el término, para poder diferenciarlo de un “relativismo” sano. Claro que “casi todo” depende, pero otra cosa es el culto al depende, a la indefinición., al todo vale. Como consecuencia de esta indefinición conductual nos mantenemos atrapados en el laberinto del mundo, sin saber lo que es importante, valioso, bueno, bello o justo.

EL CULTO A LA JUSTICIA.
Cuantas veces escuchamos que cada uno tiene su justicia. Que cada cual su verdad. Que todas las ideas son validas, e igual de respetables. E incluso que cada uno tiene su Dios. Que todos somos iguales y bla. bla. bla… Como nos gusta escuchar esto así. ¿Verdad?
Pues bien. Así como Dios solo hay uno.


No hay dos Bellezas.
No hay dos Bondades.
No hay dos Verdades.
No hay dos Amores.
SOLO DIOS ES AMOR, BONDAD, VERDAD, Y BELLEZA.

El resto, una mejor o peor imitación.
¿Y Justicias?
Justicia solo hay una. Solo el Ser es lo suficientemente equilibrado. En la medida en que la servimos, estamos acercándonos a EL. Para poder progresar en el camino, hemos de Ajustarnos a la Esencia Una que reúne todas las cualidades divinas. Solo así podremos ser cada vez más divinos.
Se trata de rendirnos a la justicia, y no de acomodar Sus cualidades a nuestros intereses egoicos. No todo vale igual.

Lo que para TI es justo, puede no serlo para mí;
pero, ni para ti, ni para mí,
Justo, es cualquier cosa.

Todo es relativo, salvo el Ser. Que no depende ni de nada, ni nadie. Es al contrario.
El mundo manifestado, depende en toda medida de la esencia que la sustenta. Y es, esta verdad, la que da sentido a toda manifestación.


DERECHOS Y DEBERES
No hay derechos sin deberes, porque son dos caras de la misma moneda.
Los seres Humanos solo tenemos derecho a ir derechos. Derechos al Ser. Actuando en conciencia. El derecho surge del deber cumplido; En la acción y en la omisión.
La Salud, por ejemplo; es la consecuencia de la acción justa. Comiendo lo justo, Bebiendo
lo justo etc. La amistad ídem e ídem. Habla lo justo, escucha lo justo. Trabaja lo justo. Descansa lo justo. Se justo con los demás y contigo…. Solo así recibirás la recompensa del
éxito personal y espiritual.


EL PODER
Nadie cuestiona que para alcanzar la autorrealización, es necesaria la sabiduría. De la misma manera, otra característica que indudablemente debemos desarrollar, es voluntad-poder. Deberemos administrarlo sin exceso, pero también sin defecto.
Existe una falsa creencia de que una persona espiritual, es un ser blando, débil, diciendo, si a todo, sonriendo siempre, incluso a la injusticia. Se nos ha enseñado que SER BUENO, es rendirse a los gustos de los demás, para que así nos quieran, nos acepten etc. Sin tener presente que en muchos casos, con esta actitud, nos estamos rindiendo al diablo. Al renunciar a responder en conciencia, estamos entregando el Alma al ego.
Cuanto más cerca está uno del AMOR, (no confundir con el querer) más claro tiene que tener lo que es la justicia y más responsable a de ser, a la hora de aplicarla. Para ser justos necesitamos poder. Y debemos administrarlo con mucho cuidado para no pasarnos, pero también, el mismo cuidado para no quedarnos cortos.
En mi experiencia como Psicoterapeuta, me encuentro con muchas personas que no se atreven a hacer uso de su poder. La injusticia se apodera de sus vidas, y como consecuencia aparece el sufrimiento.
A primera instancia, conceptos como; Agresividad, violencia, chantaje o soborno, nos suenan fatal, pero si nos fijamos detenidamente, no son más que diferentes métodos de utilizar fuerza. Utilizar la fuerza, no es algo malo en sí mismo, lo malo es utilizarla de manera injusta. Para poder enderezar lo que está torcido o impedir que lo que está a derecho se tuerza, en muchos casos es necesario utilizar la fuerza. Por supuesto, tratando de ser no sólo eficaces, sino también eficientes y elegantes en este empeño. Es cierto que haga lo que haga. La meta es siempre la misma para todos.
Antes o después todos los ríos llegan al mar, y todos los seres a la fuente, pero detrás de la acción injusta (el pecado, por acción u omisión) estará siempre el sufrimiento para corregir la desviación del camino. Si queremos que la felicidad y la dicha nos acompañen en este proceso evolutivo, es imprescindible no salirse del dictamen de la conciencia.

No pierdas el juicio, o estarás perdido.

A quien pueda servirle.

Vashista

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domingo, marzo 15

¿Trabajas para vivir o vives para trabajar?




Recuerdo a un amigo, siempre que le llamaba le preguntaba:
¿- ¿Cómo estas?
- Bueno ya sabes las cosas están difíciles, no vendo nada.... Me respondía el siempre.
Un día viendo que en todas las ocasiones que hablábamos me contestaba lo mismo, le dije:
-Te pregunto como estas tú, no te pregunto por tu trabajo, ni por tus ventas.
Se quedo un tanto desconcertado y sin darle mucha importancia a su contestación dijo:
- Ah, yo bien.
Esto me hizo ver que en él sus días para ser buenos dependían de que hubieran habido ventas o no. Si había vendido eran buenos, sino malos. El solo valoraba que los resultados y objetivos se cumplieran para poder sentirse satisfecho. No le daba valor a su salud, ni a su familia, amigos.. cosas importantes que nos dan felicidad llenándonos y en los que debemos apoyarnos, pero que no solemos ver.
Entonces desperté, en vez de criticarle por su forma de actuar me di cuenta que lo que le pasaba a él, en una medida diferente también estaba en mí. Muchas veces cuando llegaba del trabajo y mi mujer me preguntaba como había sido el día, le respondía dependiendo de los resultados de las acciones. Esta situación con mi amigo me ayudo a darme cuenta de muchas cosa que me hacían sentirme mal a lo largo del día, necesitaba cubrir mis objetivos para sentirme bien, para no juzgarme y sentirme no valido, no suficiente. Aprendí pues a separar mi día personal ( relaciones con las personas, sensaciones de mi entorno, estados de animo..) de los objetivos laborales. Ahora cuando mi mujer me pregunta por el día puedo responder: No he vendido casi nada, pero ha sido agradable e disfrutado de la comida con un cliente y de buenas sensaciones y paisajes cuando viajaba con el coche.
Todo lo que vemos en los demás es porque es un reflejo de lo que hay en nosotros, si quieres crecer liberándote de bloqueos internos, utiliza lo que ves en los demás para encontrarlo en ti, no juzgues y dedícate a lo tuyo, así evolucionamos. Con el autoconocimiento conseguimos el autocrecimiento.
También es muy importante hacer las cosas desapegándonos del resultado, no estar sufriendo necesitando que salga lo que queremos. Debemos intentar hacer la acción disfrutando de ella, así aprendemos a nuestro ritmo haciendo las cosas cada vez mejor, sin exigencias y juicios dañinos.
Para terminar solo quiero dejaros este pensamiento:
Podemos perder dinero, casas, posesiones... no son tan importantes pues van y vienen, pero lo que no tenemos que perder es VIDA, el momento pasa muy rápido, sin darte cuenta han pasado días, meses, años, una vida, sufriendo por un cosa o otra, esperando a que pasara para poder vivir, y todo este tiempo no lo puedes recuperar pues no vuelve. Intenta disfrutar, valorar, agradecer cada instante.
Así pues pregúntate:
"¿Que prefieres perder dinero o VIDA?"



Marut.



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domingo, marzo 8

CUENTO: Los tres leones de la selva.




En la selva vivían tres leones. Un día el mono, el representante electo por
los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión:
"sabemos que el león es el rey de los animales, pero hay una gran duda en
la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos
debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey ? "



Después de mucho deliberar, llegaron a una decisión: "los tres escalareis la
Montaña Difícil y quien llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.
La Montaña Difícil era la mas alta de toda la selva.





El desafío fue aceptado:


- El primer león intentó escalar y no pudo llegar.
- El segundo empezó con todas ganas, pero, también fue derrotado.
- El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.



Los animales dudaban. Si los tres fueron derrotados, ¿Cómo elegir un rey?.
En este momento, un águila, grande en edad y sabiduría, pidió la palabra:
"¡Yo sé quien debe ser el rey! " "Yo estaba volando cerca de ellos y cuando
volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada
uno dijo a la Montaña"



- El primer león dijo: ¡Montaña, me has vencido!
- El segundo león dijo: ¡Montaña, me has vencido!
- El tercer león dijo: ¡Montaña, me has vencido, POR AHORA!
PERO TÚ YA LLEGASTE A TU TAMAÑO FINAL, Y YO TODAVÍA ESTOY CRECIENDO.



La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una
actitud de vencedor cuando sintió la derrota, pero no desistió.
Quien piensa así, es mas grande que su problema:
él es rey de si mismo y está preparado para ser rey de los demás.



No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades que tengas. Tú
todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos.
Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.


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