lunes, agosto 1

Ser o no Ser


Ser o no Ser
A través de la historia de la humanidad a habido y habrá una búsqueda común en el hombre, ya sea desde la filosofía, la ciencia, la religión, el arte, la literatura… la intención es encontrar y expresar la verdad.

Desde la filosofía del Yoga, la verdad, el Ser, Dios, la esencia, el yo verdadero…da lo mismo como lo llames, se busca en el interior. Para ello trabajando la capacidad de mirar hacia dentro, se empieza a ver, conociendo lo que ocurre en nosotros. Se conocen las sensaciones físicas, desde el dolor y placer, también se profundiza en el mundo de las emociones, miedo, tristeza, ambición, euforia, pena, frustración… Además de la observación de pensamientos, dogmas y leyes mentales que condicionan nuestra vida, diciendo como debemos vivir y hasta donde podemos llegar, limitándonos constantemente.
En esta búsqueda de la verdad, del Ser, hay una máxima muy importante: “La verdad no cambia y la no verdad cambia”.

Tu cuerpo físico, tus emociones y tus pensamientos cambian constantemente, por lo que no son tú autentica naturaleza. Al identificarnos con ellos se forma el ego o la personalidad, causando sufrimiento en nuestras vidas al tomar decisiones desde ellos. Que no sea la verdad no quiere decir que no sean reales, y tanto que lo son, pero el ser humano es mucho mas que eso.

En la profundidad se encuentra la conciencia, aquello que toda tu vida te ha acompañado “sin cambiar” aunque tu no hayas sido consciente. A este estado es el que se accede en la meditación, sintiéndolo cada vez con mas fuerza y separándolo de todo aquello añadido, que no somos (pensamientos, emociones y sensaciones físicas)
Ser o no Ser, he aquí la cuestión. Todo lo que salga del no Ser, irá influenciado por miedos, tensiones, inseguridades, necesidades… haciendo que el resultado vaya manchado de inconsciencia y egoísmo, surgiendo complicaciones y sufrimiento. Toda acción o pensamiento que surja cerca del Ser, desde la verdad, desde la pureza de intención y conscientemente, tendrá un resultado correcto, libre de Karma, creando en nuestras vidas armonía y felicidad.


Yo tengo clara mi decisión de poner todo el esfuerzo que puedo para vivir lo mas cerca del Ser, incluso con todas mis limitaciones, acercándome cada vez un poco más, para así vivir con mayor claridad y bienestar.


Ser felices.


Marut.

Los náufragos



Los náufragos

Un barco viajaba por medio del inmenso océano conducido por tres tripulantes, aunque los tres iban sobre el mismo buque y su meta era la misma, cada uno vivía la experiencia de una manera diferente. Pasaban los días sin ningún contratiempo importante, hasta que algo rompió la rutina, uno de ellos vio una grieta por la que entraba agua, abriéndose más poco a poco.
Al dar el grito de alarma acudieron sus compañeros corriendo, tras estudiar la situación llegaron a la conclusión que estaban en peligro y tenían que tomar rápidamente decisiones con las acciones necesarias para taponar la grieta, para que no siguiera aumentando.
Uno de ellos, el mas temerario y osado, cogió directamente uno de los dos botes salvavidas y lo lanzo al agua. Dijo que no iba a pasar ni un minuto mas en ese barco que se hundía, que eso no tenia solución. Con estas palabras se despidió de sus compañeros y de un salto subió al bote y se alejo remando, dándose toda la prisa posible pues tenia miedo que el barco lo arrastrara al hundirse.
Los otros dos se pusieron manos a la obra intentando tapar la grieta con trapos, maderas y lo que veían que podía ser útil. Como veían que la reparación se alargaba, mientras uno trabajaba en la grieta, el otro iba achicando el agua y con un cubo la tiraba por la borda. Así fue pasando el tiempo, cuando los dos de golpe pararon y se miraron. No hacia falta las palabras, sabían que el barco se iba a hundir, solo era cuestión de tiempo.
Uno de ellos, se quedo totalmente paralizado, por más que su compañero le intentaba aconsejar, no podía escuchar. Siempre había sido el mas negativo, tenia mucho miedo a los cambios y a lo desconocido. Así se quedo en lo más alto del mástil, subido y abrazado completamente al palo, estaba petrificado.
Su compañero se dio cuenta que para salir de esta situación lo mas importante era “pensar”, intentando dejar el miedo lo mas alejado posible. De esta manera pudo observar a su alrededor viendo las diferente opciones y haciendo un calculo de probabilidades vio las diferentes posibilidades que tenia. Quedaba todavía una balsa, también había algo de comida y agua. Otro problema que podría encontrarse seria una posible insolación, así que con las velas fabricó un toldo para resguardarse del sol. Observo en que situación se encontraba el barco, aunque se había llenado muy rápido de agua, todavía podría estar en él un rato mas, era importante ser prudente, pues cuando bajara de él ya no podría volver a subir.
Seguía pensando que dificultades se podría encontrar y que le podría hacer falta para conseguir llegar a tierra. Algo para hacer señales a otros barco iría bien por si encontraba algún barco, bajo al camarote y cogió un trozo de espejo que utilizaba para afeitase. También cogió hilo y anzuelos, podrían serle útiles. De esta manera estudio las diferentes situaciones que podían surgir, teniendo la solución antes de que pasaran.
Observo el barco, era el momento de abandonarlo, o lo hacia ya o quizás ya no pudiera hacerlo nunca. El miedo le hacia resistirse a, saltar, no sabia lo que iba a pasar, si lo hundiría una tormenta o algo parecido, pero se dio cuenta que le daba mucho mas miedo quedarse, y acabar como su compañero, paralizado y atascado, hundiéndose con el barco.
Era el momento, bajo el bote al agua, le grito a su compañero si quería venir, pero este no le escuchaba, estaba ausente y bajarle a la fuerza era imposible. Subió al bote y con movimientos seguros fue alejándose del barco sin mirar hacia atrás, si lo hubiera hecho hubiera visto como se hundía a sus espaldas, el barco y su compañero. Había dejado el barco en el momento justo, si hubiera tardado un poco mas el remolino del barco al hundirse le hubiera arrastrado tras el a las profundidades de océano.
Sabia que había hecho lo correcto al abandonar el barco y ahora se encontraba ante un océano enorme, lleno de dudas sobre lo que iba a ocurrir, pero en el fondo de él confiaba. Todas las posibles situaciones que pudo preveer fueron ocurriendo, siendo muy útiles todo el material que había cogido, y las que no pudo preveer improviso, confiando en que siempre que aparece un problema unido a él se encuentra la solución.
De esta manera pasaron los días, daba la sensación que aunque las cosas se pusieran difíciles, sin aparecer la costa ni barco alguno, todo seguía su ritmo y él lo llevaba bastante bien. Cuando tenia algún momento de desesperación, observaba sus pensamientos, si eran amigos y servían para ayudar o solucionar los dejaba. Si en cambio lo único que hacían es complicar la situación, no ayudar y confundirle mas, rápidamente los desechaba.
De esta manera la situación se alargo mas de lo que el había planeado, ya pasaron los días en los que constantemente miraba alrededor esperando un cambio, una recompensa por todo su esfuerzo. Lo mas importante de toda la aventura era que se había dado un gran cambio, pero no era fuera sino dentro, algo en él se había dado transformándolo, una confianza, una fuerza constante le empujaba, hacia adelante, sin derrumbarse, sin prisas… ya no tenia miedo. Se sentía en paz y feliz, el silencio del mar, el despertar de sus capacidades dormidas, el sentirse profundamente conectado con su esencia, le hacía brillar con luz propia.
Al despertar por la mañana había cogido el hábito de sentarse con la espalda recta, respirar con profundidad y bucear en su interior, de esta manera descubrió un mundo interno, lleno bienestar y conocimiento. Como todos los días al terminar su meditación, hizo varias respiraciones amplias y abrió los ojos, ante él a unos kilómetros de distancia se encontraba la costa, tierra firme.

Comentario:
Durante una etapa de mi vida me sentí como los tres náufragos, atrapado en un trabajo que no me llenaba. La primera reacción que tuve era la de escapar con rapidez, sin pensar en las consecuencias y en algunos momentos solía tener ganas de llamar a la empresa para decirles que se buscaran a otro que yo dejaba el trabajo. La prudencia me hacia recapacitar y esperar, de esta manera me fui preparando, conociendo que es lo que quería hacer y que habilidades tenia. Esto fue lo más difícil, poder conocerme y saber que rumbo tomar en mi vida. Mientras seguía con mi trabajo, pude formarme, prepararme para tener las bases suficientes para afrontar los cambios de mi vida. Así pase varios años, trabajando, formándome y desarrollando mis capacidades dormidas, esperando el momento oportuno. Cuando sentí que había llegado el momento de cambiar, el miedo seguía dentro de mí y me paralizaba, no dejándome encontrar el momento de hablar con los jefes y transmitirles mi decisión.
El miedo es una herramienta muy poderosa si se usa correctamente, así que lo utilicé a mi favor. Tenia miedo a lo que me pudiera pasar si dejaba la empresa, pero había un miedo mucho mayor que me empujaba a hacerlo: morir en vida, oscurecerme en un trabajo en el que no creía, con el que me costaba pasar los días, con el que la tristeza y el malhumor me afectarían, haciéndome daño a mi y a las personas de mi entorno, posiblemente llegando incluso a enfermar.
Tomada la decisión, estudie la forma correcta de hacerlo y los posibles problemas con los que me podía encontrar, el plan estaba en mi cabeza y lo veía bastante claro.
Finalmente hable con la empresa, aunque no querían que me fuera, lo entendieron y me apoyaron, quedando una buena relación. Las diferentes situaciones previstas, oséa, el cálculo de probabilidades, me ayudaron a solucionar y vivir mejor lo que pasaba.
En estos momentos, me alegro de haber hecho lo que hice, mi vida es mucho mejor y mi relación con mi familia y las personas del entorno es mucho mejor, mas sana y sincera.

Ser felices.

Marut.